The Autopsy of Jane Doe (La Morgue) – En Cartelera
The Autopsy of Jane Doe está entre las gratas sorpresas que hemos visto este año dentro de este agotado género. La tercera película de André Øvredal es en parte suspenso policial, en parte terror sobrenatural, y gira en torno a un padre y su hijo que intentan descifrar la causa de muerte de un cuerpo sin identificar.
Con una cantidad mínima de elementos: una morgue antigua, un cadáver sin nombre y una relación familiar basada en el secretismo, Øvredal construye la atmósfera ideal para una -buena- película de terror. Lo hace priorizando los silencios a la música sobredramatizada, acentuando el crudeza del foley para generar la tensión que debería despertarnos el escarbar en el cuerpo de una mujer desconocida en busca de respuestas. Y conforme vamos descubriendo los rincones de la empresa familiar, también exploramos lo que hay bajo la piel del cuerpo de la joven.
El cuerpo de esta Jane Doe (Olwen Catherine Kelly) cuenta una historia inverosímil, y mientras nuestros protagonistas intentan darle sentido a la violencia que padeció, ella les va revelando pistas. La película intenta varios focos emocionales para engrosar el terror; la falta de comunicación; el duelo que se evade; la violencia histórica contra el cuerpo femenino, pero al final ninguna prospera. Principalmente porque no se les da suficiente espacio.
Y este termina siendo el problema final de The Autopsy of Jane Doe, la disolución de una promesa que sucumbe al terror fácil. Aún así, es un ejercicio interesante, en especial en términos sonoros, un siempre bienvenido intento que nos recuerda que no hemos agotado los modos de contar como el cine repetitivo nos hace creer, y un refrescante regreso al pesimismo.
