Sense 8 Temporada 2 – En Netflix

Publicado por Geraldy Cañete en

Con sólo 10 episodios, Sense 8 adquiere su forma definitiva en su segunda temporada. Liberadas de la tediosa labor introductoria que aletargó la entrega anterior, las Wachowski -particularmente Lana- tienen espacio para desarrollar las líneas dramáticas de nuestros ocho protagonistas junto a las distintas estéticas que le son propias. Gracias a lo cual, nos entregan algunas de las mejores secuencias de acción que hayamos visto en la pantalla chica.

Porque la mixtura se da a nivel narrativo y de personajes. Y Sense 8 se da el lujo de navegar por distintos géneros conforme cambia de enfoque y locación. En esta ocasión el eje central continúan siendo Will y Riley, envueltos en un drama policial con toques conspirativos que eventualmente termina encausando el resto de las historias. Aunque, por lejos, el clímax emocional habita en el arco de Sun que, entre la traición del hermano y la necesidad de venganza (que en este caso se parece mucho a la justicia) evoca la tragedia clásica remasterizándola, mezclándola con peleas que nada tienen que envidiar a las actuales producciones de artes marciales y por último, una secuencia de persecución que -como los mismos involucrados reconocen- tributa a películas ochenteras de culto.

Existe también, en términos formales, una mejor traducción al espacio de la imagen de los encuentros que ocurren dentro de la mente de los sensates. Esto se convierte en el recurso dramático primordial para el desarrollo de la historia en esta segunda temporada (cuando lleguen al último episodio sabrán por qué) y le agrega fluidez, a nivel de montaje, a las transiciones entre plano y plano. Todas señales de madurez de la serie, que emerje ahora más claramente como lo que siempre ha querido ser: una celebración de la multiculturalidad como enriquecimiento humano a través de un relato coral de ciencia ficción.

Sun <3

Uno de los dispositivos que sirven para ilustrar este mensaje de las virtudes del crecimiento comunitario es Internet. La visión de las Wachowski es optimista, y aboga por la vocación humanista-ilustrada primera que llegó a los científicos a desarrollar la red que hoy nos sirve para insultar a gente que no conocemos por Twitter. Optimismo que se extiende al espacio político también, y que vemos desplegarse en las luchas de Nomi por la aceptación de su familia, y de Capheus quien se levanta como el emblema de una nueva fuerza electoral. Y por último, el universo sensible de los sensates se expande al entrar en contacto con otros grupos como ellos. Lo que prueba ser, en parte iguales, una ventaja y una amenaza.

Es imposible no leer la serie en términos del contexto en que se emite. El panorama político ha cambiado drásticamente -al menos para la opinión pública- en los últimos meses, y su mensaje adquiere una urgencia que no poseía en 2015. Esto nos obliga a ser más permisivos, a perdonarle los clichés, su espíritu cursi, y sus autoindulgencias. Porque la premura por encontrar ficciones que no permanezcan indiferentes a nuestras pugnas cotidianas, que representen los conflictos de jóvenes que temen alzar la voz en medio de las hostilidades polarizantes, pareciera ser hoy lo más importante.

Final feliz

La segunda temporada de Sense 8 ya está disponible en Netflix.


Geraldy Cañete

Realizadora de Cine & TV Me gusta el cine, los gatitos y la filosofía, Con tendencias adictivas a las series de TV y las papitas.