[Netflix´s Original] Razones para entrar en el violento mundo de Marco Polo
Más de un año tardó la producción de la segunda temporada de Marco Polo, la serie original de Netflix que como les contamos, narra las aventuras del joven Marco en la corte del gran Kublai Khan, antes de hacerse de fama. Y en el universo de series históricas/fantásticas/de intriga política/gore, Marco Polo suma puntos por:
No abusar del recurso de la muerte inesperada de nuestro héroe favorito: Aceptémoslo, matar a los buenos es un recurso que viene en decadencia más o menos desde Titanic.
Visualidad impecable: Se trata de una de esas producciones en las que el presupuesto, al contrario de lo que ocurre con la riqueza del cobre chileno, SE NOTA. Existe un equilibrio entre paisajes exteriores y sets interiores, con un uso controlado del CGI que la convierten en una serie placentera de mirar, y en la que el color y las formas poseen códigos expresivos que le aportan complejidad al relato.
Secuencias de artes marciales que honran lo mejor del género: Si bien la serie no cuenta con un cast completamente experto en artes marciales, cada uno de los protagonistas se ha sometido a un entrenamiento que paga bien en secuencias de acción oportunas y efectivas.
Así es cómo se aplacan las rebeliones
Durante esta segunda temporada, la producción continúa impecable en su estética, y la narrativa se desplaza considerablemente desde el viaje interior de Marco, hacia los problemas políticos de imperio del gran Khan. Lo que vemos entonces es una reflexión sobre el poder y su ejercicio. Bajo el mantra “hacer lo que es necesario”, se sacrifican amores, se constituyen matrimonios, se traicionan padres, y se asesinan hijas, se protegen hijos y se salvan padres.
Uno de los apéndices más interesantes de la temporada, es la reflexión en torno a la feminidad y el rol de la mujer en sociedades que tienen a invisibilizar su impacto. No se trata de recurrir al recurso efectivo, pero facilista, de presentarnos a las arte marcialistas como una suerte de heroínas badass, el fetiche de la mujer sobreviviente, fuerte e independiente y en este sentido, hace algo más que fanservice. Tenemos en cambio, espacio para que madres, hijas, esposas, princesas, plebeyas, y guerrilleras nos muestren los matices de sus sensibilidades, sus sacrificios, y su ética a través de personajes tridimensionales y complejos.
«Hacer lo que es necesario»
El choque entre dos formas de gobierno, una conservadora que puja por mantener la tradición nómada mongol versus la expansiva pero transcultural del Khan, que adopta y recibe dentro de sus amplios dominios, gentes de todos los credos es el nudo dramático de esta entrega. Para concluir con la promesa del enfrentamiento entre las dos grandes ideologías en pugna, Oriente y Occidente, mongoles y cristianos, el Khan y el Papa.
Una temporada por la que valió la pena esperar, que ha madurado dramática y estéticamente, una de las mejores temporadas que he tenido el gusto de ver durante el año.
