SANFIC 2014: Ignasi M
Mi relación con el cine catalán puede equipararse a mis logros personales: ninguno. A veces hasta olvido que existe Catalunya, o la gente catalana, o la gente en general. Pero en fin. El visionado de Ignasi M. constituyó entonces una pequeña desvirgación, y como muchas otras primeras veces, resultó ser una experiencia mixta de pequeños placeres, dudas, repuntes, cuestionamientos existenciales, llantos desconsolados –no, not really- y finalmente, la conclusión de que se trata de un trabajo relativamente regular.
De 2013, dirigida por Ventura Pons
La cinta documental sigue al personaje titular, un curador de arte que vive una vida bastante peculiar: es un colorinche homosexual seropositivo con un padre que ha intentado (nuevamente) suicidarse, dos hijos (uno de ellos un ferviente fotógrafo evangélico) nacidos del fruto de su relación con una mujer discapacitada, ahora lesbiana, y un abanico de otros secundarios (coterráneos e internacionales) que conforman un retrato vivo no sólo de un personaje bastante llamativo e interesante, y a ratos, de una arista de la actual situación de la península ibérica. Pero a pesar de lo interesantes que sean los personajes que son plasmados en la pantalla, especialmente el protagonista, y los múltiples diálogos e intercambios entre ellos, queda la sensación de que la cinta completa carece de un norte; es sólo el enérgico ejercicio de montar un collage que se sostiene sólo por la fugacidad de sus colores, y no en una premisa central y clara.
Aún así, vale la pena por ser breve y graciosa, y por abrirnos la puerta, aunque sea brevemente, a la realidad de un sector de Catalunya.
