MiniReview: Pasión Inocente
Para aquellos que deseen tomarse un break del popcorn y las explosiones, esta semana se estrena Pasión Inocente (Breathe In). Un drama independiente que nos habla del romance frustrado entre Sophie (Felicity Jones), una estudiante británica de intercambio y prodigiosa pianista, y Keith (Guy Pearce) un arrepentido padre de familia con crisis de edad.
Lauren Reynolds (Mckenzye Davis), Keith Reynolds (Guy Pearce) y Megan Reynolds (Amy Ryan)
Dirigida por Drake Doremus, la película explora con milimétrica precisión la intimidad que desarrollan sus protagonistas, ya que la llegada de Sophie intensifica las tensiones latentes de una familia que -como todas- opera bien en la superficie, pero que no tarda en caer en crisis una vez que lo contradictorio de los deseos de cada uno queda en evidencia. Tenemos a un padre que culpa a su esposa e hija por su vida mediocre pero que al mismo tiempo las utiliza como excusa para mantener su estabilidad y que es incapaz de admitir su propia cobardía; una adolescente que atraviesa por la obligada etapa de baja autoestima humillándose a sí misma para conseguir la atención de las dos figuras masculinas que cree deben definir su identidad; una madre que lo fue demasiado joven y decidió quedarse en casa y dedicarle su vida entera a su esposo e hija y por último, una joven extranjera incapaz de hacerle frente al dolor de la pérdida y que continúa escapando de sí misma.
Con una visualidad turbulenta e interrumpida que se condice con las crisis por las que atraviesan sus protagonistas, y con un soundtrack intenso que opera como metáfora de las mismas, la película logra construir una atmósfera de tensión permanente en torno a las viciadas relaciones que representa. Y aunque no es una joya entre las de su tipo, sí es bastante disfrutable para aquellos que gozan con los relatos íntimos sobre personajes atrapados por su propia miopía e incapacidad de autocuestionamiento.
