Spring Breakers y todo lo que está mal en el mundo

Publicado por Geraldy Cañete en

Si no existiese un modo de hacer aparecer la violencia como reflexión en películas a las que se les puede otorgar “valor artístico” (con todas las comillas que el término amerita), nunca hubiésemos escuchado de Takeshi Kitano, de Chan-Wook Park ni de Takashi Miike. Pero gracias a que existen y que hemos tenido acceso a sus obras es que nos resulta más sencillo reconocer cuando los que nos hablan de violencia son aquellos que la han padecido, y sinceramente no creo sea el caso de Spring Breakers.

Spring Breakers

Spring Breakers

 

Más bien, Spring Breakers es una película que intenta abordar una realidad preocupante como es la liviantad con la que nuestra generación enfrenta la cuestión de la existencia entregándose a los excesos y participando de ritos sociales que recuerdan las antiguas celebraciones dionisíacas pero que en vez de estar motivadas por la angustia que produce la inevitabilidad de la muerte son consecuencia de una generación profundamente aburrida. Problema que pretende abordar con una historia pobremente desarrollada y con un tratamiento parafernálico que intenta desesperadamente provocarnos angustia frente a una realidad que se le escapa por mucho.

 

Niñas aburridas jugando a divertirse

Niñas aburridas jugando a divertirse

Una película con buenas intenciones pero pretenciosa, que posee el valor de instalar un problema pero que carece de las herramientas necesarias para representarlo en toda su radicalidad y que en vez de eso se regocija en la experimentación formal del mismo modo en que los spring breakers lo hacen en la experimentación material, como correlato de la misma liviandad pero disfrazada de profundidad “artística”. Por otro lado, los momentos más disfrutables son aquellos que descansan en el trabajo de James Franco (y aclaro que no estoy en modo fan), trabajo del que se deduce honestidad y dedicación y gracias a cuya gestualidad por momentos nos es posible participar de una genuina angustia.

James Franco

James Franco

 

Al final, aclarar que no estoy acusando a sus realizadores de “falta de profundidad” como si eso dependiese sola y exclusivamente de un ejercicio intelectual, sino que simplemente la siento una película que en su intento por retratar un problema relevante, adolece de la sensibilidad que transmitiría si para sus autores no fuese sólo una preocupación sino también una realidad, no sólo algo que ocurre sino algo que nos ocurre, cuando no es abordada desde la pura inteligencia sino también, desde las vísceras.


Geraldy Cañete

Realizadora de Cine & TV Me gusta el cine, los gatitos y la filosofía, Con tendencias adictivas a las series de TV y las papitas.