MiniReview: Dragon Ball Z: La Batalla de los Dioses

17 años se demoró en llegar está película, rompiendo todos récords de audiencia en toda Latinoamérica, acaparando más del 60% del total de entradas vendidas en su día de estreno, y es que toda la generación que nació entre 84 y 94 se crió con las historias de Goku, Vegeta y compañía.

Goku

Situada tras de la saga de Majin Buu y mientras se celebra el cumpleaños de Bulma, La Batalla de los Dioses, nos cuenta un nuevo capítulo en la historia de Dragon Ball, uno en el que Bills, el Dios de la destrucción viaja a la tierra para encontrar al mítico Dios-Super-Sayayin, donde deberá enfrentar a Gokú y Vegeta -quienes no tienen idea quién o qué es ese mítico Dios-.

Incluso el gran emperador Pilaf, parece en esta película

Siendo este el review Spoilerfree, diré un par de cosas generales, al película está muy bien animada, la técnica de animación es muy buena, el diseño de los nuevos personajes nos recuerda a los personajes más simple de las primeras historias de Dragon Ball, y además nos presenta estos personajes desde un punto de vista más divertido, tiene esa cuota cómica que tanto extrañaban los fanáticos de esta saga, el trabajo en doblaje es muy bueno y se agradece el esfuerzo de la distribuidora por traernos la versión con las voces con las que entendemos como propias de los personajes,  la historia es por lo menos creíble, y en su corta duración se toma el tiempo de mostrarnos a personajes un tanto olvidados de la serie como el Emperador Pilaf, y la referencia al hermano pequeño de Vegeta, algo que a los fanáticos más hardcore les sacará una sonrisa – y para terminar la pelea entre el Dios-Súper-Sayayin y el dios de la destrucción es simplemente imperdible.

Goku contra Bills

Recomendada al 100%, su pequeño yo interno les agradecerá que se den el tiempo de pasar a verla, se van a reír y podrán -por lo menos por el espacio de duración de la película- que están nuevamente en casa de un amigo viendo el ultimo ova pirata de la serie en el vhs prestado, una sensación que siempre vale la pena recordar.

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