It – En Cartelera
Cada vez que me siento a ver una película/serie adaptada de una historia de Stephen King tengo dos temores: si será o no una buena en sí misma, y qué tan veraz será su modo de mostrar el violento mundo en que habitan sus protagonistas. Porque de las muchas adaptaciones que se han hecho, pocas han tenido éxito, a la mayoría les hemos perdido el rastro. Esta nueva It se enfrenta además al fantasma de la película del ’90 pero sostiene su premisa con eficacia, y hace valer los 135 minutos que tiene de extensión.
El contrapunto del terror con que reaccionan sus protagonistas, ya adultos, ante la llamada de Mike anunciando el regreso de “eso” es importante para sentar las bases del impacto de Pennywise, y genera expectativas sobre qué tan mal terminó la historia de estos niños hace 37 años. Stephen King se desplaza entre las incongruencias en las vidas de la pandilla de perdedores y los flashbacks a sus infancias haciéndonos sospechar que los vicios de Derry no desaparecen al abandonarlo. Que más que un pueblo maldito es una suerte de maldición con la que se carga de por vida.
En la primera parte de este proyecto a cargo de Andy Muschietti, la historia se limita sólo al arco de los niños, por lo que toda esta idea de la miseria como una condición inevitable deja de estar presente. Para compensarlo, Muschietti se atreve a mostrar más de lo que antes hizo Tommy Lee Wallace, en especial en la relación de los niños con sus familias y los hogares de los niños resultan mucho más aterradores que las alcantarillas. Pero no se preocupen, no todo es terror metafórico y Bill Skarsgård tiene más de una oportunidad para probar que está a la altura de las circunstancias. Los niños también lo están, y son el gran fuerte de la película.
Difícilmente podríamos decir que esta nueva It es una adaptación necesaria, que la razón de su existencia sea puramente artística. Tampoco se trata de una reinterpretación con voluntad propia, porque Muschietti está lejos de lograr lo que lograron Kubrick y Brian De Palma. Es una película que tributa del boom nostálgico, para recordarnos que al final, todos flotan.
