Valerian: La Última Odisea Espacial de Besson – En Cartelera
Muchas cosas tuvieron que pasar para que Luc Besson pudiera finalmente adaptar «Valerian y Laureline». Primero, la tecnología debía desarrollarse al punto de ser capaz de reproducir y hacer justicia al imaginario interplanetario del cómic. Pero segundo, y quizá más importante aún, Besson tenía que hacerse de un nombre que le permitiese hallar el financiamiento necesario sin tener que casarse con algún gran estudio hollywoodense que lo forzara a comprometer su visión para satisfacer las impresiones de algún focus group.
Y considerando que lo que sostiene su accidentada carrera es justamente su visión, la espera valió la pena. Los esfuerzos de otros (James Cameron y sus indagaciones en Avatar liderando la lista), y un largo peregrinaje en la pre-producción hicieron posible que ambas condiciones se cumpliesen. Valerian y la Ciudad de los Mil Planetas es Luc Besson al cien por ciento, para bien y para mal. Una película que reúne a supermodelos, estrellas pop, entre otros cameos con escenarios impredecibles a través de una historia que en suma no importa tanto. Porque lo único que realmente importa es el despliegue de imaginación que nos presenta mundo tras mundo en secuencias a penas inteligibles pero muy entretenidas.
Valerian y Laureline son (sólo) compañeros, muy a pesar de él, haciendo lo que pueden por mantener la paz y el orden en la galaxia y dentro de su propia relación laboral. Su actitud frente a las expediciones está más cerca del tedio que del asombro, condimentada por la necesidad casi febril de cada uno por probar superioridad ante el otro. Un tipo de competencia que se basa en el amor que aparentemente se tienen más que en la envidia. Aquí su misión los lleva a develar un crimen de guerra cuya conclusión sigue un poco la misma línea de El Planeta de Los Simios, proponiendo la posibilidad de que cedamos nuestro cetro como inteligencia dominante.
Hablemos de Kris Wu, el verdadero héroe de esta historia
A la riqueza de los mundos explorados, y lo entretenidos que son de ver, se contrapone la austeridad de un guión que poco ofrece en la exploración de sus personajes. A Cara Delevingne se le siente mucho más cómoda con los chistes rápidos y el sarcasmo que a Dan Dehaan, y ciertamente más que a Clive Owen que cuenta aquí con muchas menos herramientas que Gary Oldman en El Quinto Elemento. Y para una historia sobre el genocidio y la estupidez humana, pasa muy poco tiempo reflexionando más allá del binomio bueno/malo.
La pregunta es ¿qué van a encontrar en Valerian y La Ciudad de los Mil Planetas? Y la respuesta es bastante simple: una serie de secuencias de acción cuya riqueza visual justifica la inversión en la entrada 3D. Enamorada de sus propias capacidades técnicas para enriquecer estéticamente la obra original. Una película que supera los esfuerzos de su antecesora natural pero que probablemente tenga mucho menos impacto en la saturada cultura popular.
(Not) Jabba The Hutt
