Razones para ver Colossal – En Cartelera
“Anne Hathaway se emborracha y se convierte en un monstruo tipo kaiju que destruye Seúl”. Algo así debió ser el pitch de Colossal, este drama disfrazado de acción que comparte el espíritu de otras películas con premisa atípica. Como esa en la que Bill Murray está condenado a vivir el mismo día una y otra vez, o sea en que Schwarzenegger se convierte en tío de kinder.
Y tal como esas extrañas películas de fines de los 80s y principios de los 90s, la maldición que sufre Gloria (Hathaway) le ayuda a resolver los conflictos interiores que ha estado intentando ahogar por décadas. Colossal es una película sobre la victimización (y en este sentido tiene un poco de Elle), sobre cómo existen dos modos de negarla: haciendo lo posible por olvidarla, o haciéndole frente. Comparte también el optimismo de estas viejas películas, concluyendo que sin importar lo desastrosa que esté tu vida, siempre hay un modo de revertir los daños y salvar el día. Su moraleja es que todos tenemos monstruos que combatir y nos debemos el derrotarlos, aunque a veces necesitemos la tragedia de una capital asiática para despertar.
Durante cientos de años hemos utilizado los relatos de lucha contra criaturas sobrenaturales para ilustrar las fuerzas descomunales que nos someten. En este sentido Colossal es también la conquista de algo, de la autodeterminación. Desde el estado temprano de alienación en el que ni siquiera somos consciente de necesitarla, hasta que romper el yugo es cuestión de vida o muerte, la película usa el humor para narrar este conflicto esencial.
I’ve made a huge mistake!
A su manera, Gloria es también una superheroína que busca hacer justicia. Para ella y para otros. Una mujer que debe hacer frente a su agresor y liberar al mundo de inmenso daño que hacen aquellos que usan sus inseguridades como combustible de su ira.
