Libros Recomendados: Cántico Por Leibowitz

Publicado por Geraldy Cañete en

«La locura se transmitió a los niños, acostumbrados como estaban, no sólo a olvidar, sino a odiar, y oleadas de furia se reprodujeron esporádicamente hasta la cuarta generación después del Diluvio. Entonces, la ira se dirigió, no contra los sabios, pues ya no quedaba ninguno, sino contra los que sabían leer y escribir.»

Hasta hace poco, el colapso de la civilización pertenecía a un pasado muy-muy lejano, un recuerdo borroso que revivir los fines de semana junto a los amigos y una reconfortarte porción de cabritas. Hoy el panorama es distinto, o nuestra idea de la lejanía de los grandes conflictos ha sido desmitificada y esas entretenidas fantasías post-apocalípticas se convierten en películas de terror en un escenario de incertidumbre política. Por eso se hacen necesarias otro tipo de fantasías, las de aquellos autores que bajo la amenaza de la bomba se atrevieron a imaginar su propia aniquilación.

En esta línea se inscribe Cántico por Leibowitz, este clásico de ciencia ficción (que ha aportado su cuota al imaginario del fin del mundo, inspirando populares franquicias como la del Fallout) conformado por tres relatos breves de Walter M. Miller, Jr., y que vuelva a la vida en el momento preciso con esta re-edición.

La carrera armamentista de la guerra fría resultó en el «Diluvio de Fuego» cuando las naciones alcanzaron el mutuo exterminio. Los pocos sobrevivientes -contaminados por la radiación cuyos efectos serían parte de la carga de las nuevas generaciones por siglos- comenzaron un ataque contra los científicos que habían hecho posible la pesadilla nuclear. Algunos pocos intelectuales hallaron refugio en la iglesia, que asumió el rol de protectora del conocimiento, rescatando y preservando documentos sobreviviendo a los constantes ataques de una población que nada quería tener que ver con la ciencia que desató el infierno en la tierra.

Así, Miller ilustra casi dos mil años de historia en tres relatos: Fiat Homo, Fiat Lux, y Fiat Voluntas Tua. Cada uno situado en distintas eras del nuevo orden mundial: el oscurantismo de una era pre y post tecnológica al mismo tiempo, en que los monjes eran perseguidos y existía cero interés de los míopes monarcas por hacer uso del conocimiento antiguo guardado en los monasterios; los albores de una segunda ilustración, tiempo en que una nueva generación de intelectuales seculares se apropia de los textos guardados por la iglesia para re-explorar los rincones de la ciencia de los antiguos; y una nueva guerra fría en que la humanidad continúa bajo el yugo de una ciencia sin moral y la política sin filosofía que los orilla una vez más a la aniquilación.

¿Qué hay que creer? ¿Tiene importancia? Cuando el asesinato en masa se contesta con el asesinato en masa, violación por violación, odio con odio, no sirve de mucho preguntar qué hacha es la más ensangrentada. 

Con demasiada frecuencia nos olvidamos, apelando a nuestro orgullo laico, de la iglesia de Santo Tomás, el hombre que nos acercó a Aristóteles. Olvidamos que en su longeva vida también tuvo una vocación universal (universitas). Esta íntima reflexión de Miller sobre el rol de la fe cristiana, sus virtudes y contradicciones, es la que le agrega a la novela la pertinencia que hoy reclama. Porque en ella, al igual que aquí en nuestro mundo, se desperdicia la oportunidad enunciada por Nietzsche y como resultado, la ciencia -desprovista de ética- es absorbida una vez más por los intereses políticos poniéndonos nuevamente en peligro de extinción.

Cántico por Leibowitz es un estudio sobre el auge y caída de las civilización. Con una elocuencia poco frecuente en las ficciones contemporáneas, Miller nos echa en cara nuestros errores. En un tiempo en que continuamos confundiendo fe con religión, ciencia con verdad y política con catástrofe, se vuelve necesaria una lectura capaz de examinar las contradicciones de la propia ideología de su autor, y al mismo tiempo ofrecer una consistente reflexión sobre como la falta de memoria nos obliga a repetir los mismos errores.


Geraldy Cañete

Realizadora de Cine & TV Me gusta el cine, los gatitos y la filosofía, Con tendencias adictivas a las series de TV y las papitas.