Hablemos de Snowden
Snowden es la versión de Oliver Stone de la historia de Edward Snowden. El hombre que nos puso sobre aviso que el gran hermano norteamericano nos está observando.
La historia de Snowden no es heroica, no es tragica, no produce catarsis, sino que es una puesta en evidencia de un problema (que muchos) ya sabíamos exilia o por lo menos intuimos, mientras que otros deciden simplemente ignorar. La historia de Snowden no es épica, es sobre un tipo que roba información y la pone a disposición de los medios, pero no es un James Bond, no es un héroe, ni mucho menos un anti-héroe, es una persona común que cree que está haciendo lo correcto y vista de esa forma (sin importar la acción que puede o no ser correcta, dependiendo del punto moral al cual estemos sujetos) es tan emocionante como la historia de una persona que encuentra una billetera con 1.000.000 en efectivo y la devuelve porque está haciendo lo correcto.
Snowden ya tuvo su propio acercamiento a las cámaras con un documental bastante flojo y ganador de Oscar en su categoría Citizen Four, un documental que a pesar de ser flojo, redundante y poco inspirador es mucho mejor que seña versión estirada que nos presenta Stone.
