Freelove, amor homosexual

Publicado por Cristóbal Sepúlveda-Plaza en

Freeheld, o Freelove como se llama en esta parte del mundo, es la historia de amor de Laurel Hester (Julianne Moore) y Stacie Andrée (Ellen Page) su deseo por obtener justicia. Una pareja de lesbianas, una de ellas policía condecorada, la otra trabaja como mecánico, se conocen, intercambian números telefónicos, luego fluidos y luego se unen por el resto de su vida, o lo que queda de su vida, ya que Laurel es diagnosticada con cáncer, allí comienza la lucha por obtener derechos sobre la pensión, la casa y los bienes de una vida construida en pareja pero fuera del matrimonio.
Julianne Moore & Ellen Page

Julianne Moore & Ellen Page

Antes que una película, estamos frente a un alegato, un recordatorio de la lucha por la igualdad de los derechos de la comunidad LGBT frente a lo que el patriarcado, la iglesia y el conservadurismo, les niegan. Acá Juliane Moore se luce –tal como lo hizo en Still Alice– en su papel de enferma, Ellen Page intenta estar a la altura, pero se nota que su elección es más forzada por una campaña social -y de marketing- que otra cosa, el elenco secundario casi no existe ya que son simples peones en el juego de reforzar el mensaje principal, aunque debo dejar mis elogios para Steve Carrell, quien hace un par de años se ha desarrollado como un buen actor de reparto.
freeheld
La película cuenta con una buena dirección en general, y es emocionante en el sentido que te logras sentir identificado con la lucha de las mujeres por conseguir algo que para el resto del mundo es un derecho, en embargo, la película falla al no ser más que un panfleto. El buen ritmo, la buena edición, las escenas terribles de Moore, quedan opacadas cuando uno se detiene a pensar que lo que está viendo es un hecho real representando para hacernos pensar -y hacernos sentir mal por nuestra condición social privilegiada,  está muy bien poner en evidencia un problema, pero tratar de crear arte por medio de un problema causa por lo menos ruido cuando te pones a pensar en las consecuencias artístico – filosóficas del asunto.
 Me parece admirable la labor de tomar un tema fuerte y controvertido, humanitario y representarlo por medio de buenas actuaciones, sin embargo, cuando el fin no es contar una historia sino generar un alegato se crea una disociación entre el espectador y la obra que nos saca de toda al emoción y catarsis que pudo lograr la película. Esto se ve reflejado, como lo decía antes, en que los personajes secundarios, meros remedos de persona que solo existen para hacer avanzar la trama y que no hacen más que servir de contrapunto, y de apoyo (según se necesite) para reforzar el mensaje de igualdad. Un mensaje que incluso se nos repite tras los creditos de la película, al mostrarnos imágenes de las personas que la inspiraron, demostrando que el director Peter Sollett -a quien recordaran por Nick And Norah’s Infinite Playlist- maneja muy poco la sutileza.


Cristóbal Sepúlveda-Plaza

Cristóbal Sepúlveda-Plaza A veces escribo de cine y series. Me encuentra en Instagram como @usuarionumero42