The Walking Regresa con su Quinta Temporada
10 extenuantes semanas han pasado desde ese desolador mid-season finale [advertencia de spoilers del episodio ocho], tiempo prudente para asimilar la pérdida de Beth, pero no para disminuir las ansias por ver cómo sufren el duelo en el grupo, especialmente Daryl y Maggie. En vez de eso, sin embargo, el regreso de esta 5ta temporada intentó golpearnos una vez más aunque, sin tiempo para construir la tensión, con un desenlace un poco desinflado.
La culpa de Tyreese se hace más pesada en este regreso.
What Happened and What´s Going On, como su nombre lo indica, se centra en el golpe sufrido en Coda enfatizando el cómo ha cambiado el plan futuro del grupo. Comienza con un funeral (cómo no habíamos visto hasta ahora, gracias a la presencia del padre Gabriel) para luego contarnos las circunstancias que derivaron en él, todo a través de flashbacks, flashforwards, y planos detalles que retratan las impresiones de las conflictuadas mentes de los sobrevivientes, en particular de Noah y Tyreese luego de su visita a Shirewilt Estates.
A estas alturas del apocalipsis, cuando lo aterrador y anormal se ha naturalizado, los desequilibrios mentales parecen ser el común denominador en las recientes tragedias. Uno de los personajes con mayores conflictos morales desde la diáspora post ataque a la prisión ha sido Tyreese, siempre dispuesto a colaborar pero demasiado golpeado por lo que la desesperación le ha hecho a las personas, por la brutalidad -a veces gratuita- de la que todos somos capaces. Pero con solo 40 minutos para abordar el tema y con las expectativas y preocupación puestos en el vacío que dejó Beth, el sufrimiento y las convicciones de Tyreese son opacadas.
Michonne se encarga de redirigir las energías de Rick luego de tantas pérdidas.
Un episodio que descansa en la vieja premisa de más sangre igual a más suspenso, pero que fracasa en su intento por golpear con la misma intensidad que con el episodio anterior, sin haber dado espacio real para generar temor o siquiera interés. Un tibio regreso, que hizo debutar un par de recursos visuales y narrativos interesantes pero que prolonga innecesariamente las discusiones sobre los nuevos objetivos y el desgaste emocional del grupo, sin dar luces de cuál será el nuevo gran peligro.
