Estrenos: El Hombre Más Buscado

Publicado por Geraldy Cañete en

Muy a menudo las películas nos ofrecen aquello que la realidad no: resolución, finales felices, conclusiones, pero de vez en cuando es necesario abandonar el efecto placebo y enfrentarse a historias que lejos de satisfacer nuestro apetito por equilibrio y justicia nos devuelva de golpe al mundo. Y entre estas últimas se encuentra El Hombre Más Buscado (A Most Wanted Man) dirigida por Anton Corbjin basada en la novela homónima de John Le Carré, la última película completada por Phillip Seymour Hoffman que nos recuerda cuando perdió la industria.

Robin Wright es  Martha Sullivan, cabecilla de la CIA en Hamburgo.

Robin Wright es Martha Sullivan, cabecilla de la CIA en Hamburgo.

Günther Bachmann (Hoffman) es un espía de larga trayectoria que se encuentra en Hamburgo para indagar sobre las redes terroristas post 9/11. Sus años en el campo lo han convertido en el mejor manejando los recursos a su disposición, haciendo el trabajo sucio de los gobiernos y manteniéndose en el anonimato pero para los altos mandos de las diversas instituciones involucradas, Bachmann y su equipo no son más que peones en la noble lucha contra el terrorismo. Su actual misión es probar que el académico y padre de familia Andullah (Homayoun Ershadi) utiliza instituciones de caridad como fachada para derivar fondos a grupos terroristas, y para ello manipula a Issa Karpov (Grigoriy Dobrygin) – inmigrante ilegal ruso que busca la fortuna perdida de su padre para iniciar una nueva vida, después de sufrir prolongadas torturas- para convertirlo en carnada y atrapar a Abdullah definitivamente.

La película logra no sólo construir el suspenso que conlleva la caza del lobo sino también, a pesar de la densidad del relato y los muchos hitos en la historia, gracias a un gran trabajo interpretativo y una estética acorde logra además mostrarnos la vulnerabilidad y motivaciones de sus protagonistas. Con una historia de tal envergadura fácilmente se pudo sacrificar la humanidad de sus personajes en pro de la trama, afortunadamente ambos aspectos logran convivir en un relato que exuda pesadez desde el comienzo. Issa es la metáfora de tantas vidas que transcurren en medio de la tragedia en aquellos rincones del mundo que pretendemos no existen, mientras Bachmann representa la lucidez que quién aún siendo capaz de ver el cómo funciona el mundo sin el filtro multicolor de los medios y los relatos de los gobiernos, nada puede hacer por cambiarla, como bien decía Enrique Lihn: ¿Qué es la historia de un hombre comparada con la historia del hombre?, y por supuesto encuentra su ser ideal en Hoffman que nos ofrece una interpretación tan violentamente veraz que es imposible no sentirse aludido.

Rachel McAdams es Annabel Richter, abogada de DDHH y Willem Dafoe es el banquero Tommy Brue

Rachel McAdams es Annabel Richter, abogada de DDHH y Willem Dafoe es el banquero Tommy Brue

Bachmann es un hombre atrapado en un trabajo en el que no puede ganar, sólo sobrevivir. Un relato sobre hijos que pagan por los pecados de los padres, llena de personajes que luchan a pesar de la futilidad de sus esfuerzos individuales versus el variado arsenal de los poderosos, como parece ser propio de Le Carré, una historia sobre los invisibles, los que no tienen voz  en un orden cruel y desigual. Un orden en el que por supuesto, los norteamericanos prueban una verdad ampliamente admitida en el resto del mundo, que solo se sirven a sí mismos. Una película incómoda que apela a nuestra propia indiferencia, más que recomendable para quienes buscan en el cine la satisfacción del final feliz.


Geraldy Cañete

Realizadora de Cine & TV Me gusta el cine, los gatitos y la filosofía, Con tendencias adictivas a las series de TV y las papitas.